La vida en la Tierra depende del agua. Es el recurso más preciado del mundo. Los hábitats de agua dulce - como lagos, ríos, corrientes, humedales y acuíferos – son el hogar de una gran biodiversidad. Ahí encontramos a más del 10 % de todos los animales y a cerca del 50% de todas las especies de peces conocidas. Sin embargo, es un recurso finito. El agua dulce accesible en el planeta representa menos del 1%.
El agua es la fuerza vital que modela y sostiene a todos los ecosistemas y sus servicios, que aprovechamos todos: abastece a comunidades rurales y centros urbanos de este recurso y es también fuente de alimentación, recreo y desarrollo. Además, los ríos limpios y fluyendo libremente son grandes corredores por los que migran muchas especies en el mundo y el medio de transporte de las arenas que forman las costas y de los nutrientes de los que depende la vida en el mar.
El agua se ha manejado como un recurso ilimitado, lo que ha causado su sobrexplotación y enormes daños a los ecosistemas. La ausencia de reglas para conservar el ciclo hidrológico no solo afecta a la biodiversidad, sino que ha aumentado la escasez del agua y por lo tanto los conflictos sociales.
La falta de sistemas eficientes de suministro para las poblaciones en crecimiento y para el riego de los campos agrícolas, el aumento de la contaminación del agua y la pérdida de áreas forestales que capturan el agua de las lluvias constituyen factores que contribuyen a la disminución de la cantidad y la calidad del recurso y por lo tanto a la desigualdad en su acceso. El cambio climático agravará aún más está situación, ya sea por el incremento de sequías y grandes lluvias, o por el aumento en el nivel del mar que acrecentará la salinidad de los cuerpos de agua y los ecosistemas costeros.
Las reservas de agua son el volumen de agua asignado para la protección ecológica de los ríos. Aseguran que los ecosistemas tengan la cantidad de agua necesaria para su conservación, la provisión de todos los beneficios ambientales asociados y la capacidad de adaptación al cambio climático.
El PNRA representa una fructífera colaboración entre gobierno, organizaciones no gubernamentales, fundaciones y académicos que combina aspectos técnicos y de política pública. WWF participa trabajando con universidades y centros de investigación para proponer los caudales ecológicos que deben ser conservados por las reservas de agua. La Comisión de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) es la voz de las necesidades de estas áreas y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) es la autoridad que con estos insumos toma las decisiones finales para establecer las reservas de agua mediante decretos presidenciales. La meta del programa es establecer reservas en 356 cuencas del país, que representan un 50% del agua superficial total de México. Ello contribuiría a garantizar la seguridad hídrica nacional y el agua para las generaciones presentes y futuras.
Determinamos los volúmenes de reservas de agua para el ambiente en 300 cuencas a nivel nacional por medio de estudios multidisciplinarios.
Fortalecemos el trabajo conjunto entre las entidades gubernamentales y WWF con el fin de aportar todos los estudios necesarios para las reservas de agua para el ambiente.
Creamos conciencia sobre el cuidado y la protección de los ecosistemas dependientes del agua, como los ribereños, e impulsamos nuevos instrumentos de política ambiental para su conservación.
Desarrollamos estudios técnicos que ayuden a crear conciencia sobre las reservas de agua como una medida de adaptación al cambio climático.
A través de un grupo de organizaciones socias, apoyamos la integración de las comunidades en proyectos productivos que involucran el aprovechamiento sustentable y la recuperación de la cobertura forestal de la cuenca Copalita-Zimatán-Huatulco (Oaxaca). Conoce más aquí.
Trabajamos, junto con socios y las comunidades rurales e indígenas de la Sierra Tarahumara, para aliviar los estragos del cambio climático que se traducen en sequías. Nuestro proyecto impulsa la captura de agua de lluvia, la construcción y siembra de huertos de traspatio, así como la conservación de suelo en las comunidades del municipio de Bocoyna. El éxito del proyecto ha resultado en la réplica por parte de agencias estatales del Gobierno de Chihuahua.
"Agua, no tiene sabor, ni color, ni olor; no se puede definir, el arte se complace mientras sea misteriosa. No es necesaria para la vida, sino más bien la vida misma, nos llena de una gratificación que excede el deleite de los sentidos".
Antoine de Saint-Exupéry, "Tierra de hombres"