Naciones del mundo dicen NO al comercio de marfil
Los países participantes en la conferencia de la CITES rechazaron las tres propuestas que se presentaron relacionadas al comercio de marfil. Namibia y Zimbabue pedían abrir el mercado internacional de su marfil. Otra propuesta diferente hacía un llamado para que las poblaciones de elefantes de Botswana, Namibia, Sudáfrica y Zimbabue subiesen al Apéndice I, el cual prohibe cualquier tipo de intercambio internacional con fines comerciales. Ante esto Ginette Hemley, Jefe de la Delegación de WWF en CITES, hizo la siguiente declaración:“Las decisiones tomadas acaban con la probabilidad de reabrir el comercio ilegal de marfil de elefantes, y establece el camino para que el mundo se una a los esfuerzos para acabar con el tráfico ilegal de marfil de elefantes”.
“La población de elefantes africanos está en declive en todo el continente debido a la caza ilegal para obtener su marfil; el abrir cualquier posibilidad de comercio legal de marfil de elefantes, hubiese complicado los esfuerzos de conservación de esta especie”.
“Las naciones tomaron la decisión adecuada de reforzar la prohibición global de comercio de marfil que actualmente existe al hacer un llamado para que se cierren los comercios domésticos del marfil y se fortalezca el proceso de los Planes de Acción Nacionales para el Marfil”.
“Estas acciones son críticas para asegurar el futuro del elefante africano. La propuesta de subir las cuatro poblaciones de elefantes africanos al Apéndice I, abriría una puerta de 90 días para que los países puedan vender legalmente el marfil, lo que seguramente resultaría en un aumento de la caza furtiva. Por lo tanto, ninguna de las propuestas presentadas hoy ofrecían una protección adicional a los elefantes”.
“De hecho, Namibia dijo durante el debate que si esa propuesta se hubiese aceptado, su país se hubiese visto forzado a entrar 'en reserva'. Esto le hubiese permitido estar exento de las regulaciones de CITES para los elefantes y permitido abrir el comercio legal de marfil sin ninguna supervisión de CITES. Namibia tiene un récord de conservación del cual se puede sentir orgulloso, y esto hubiese sido un retroceso muy lamentable”.