Porqué necesitamos un nuevo acuerdo para la naturaleza y la gente para lograr las Metas de Desarrollo Sustentable

Posted on noviembre, 30 2018

Al día de hoy no estamos en ruta para cumplir la mayoría de los objetivos y metas de la agenda. Y es grave.
Con el Foro Político de Alto Nivel de este año para revisar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sucediendo, es oportuno reflexionar sobre algunos aspectos críticos relacionados con la necesidad de integración en la implementación de la Agenda 2030, tanto desde el punto de vista pragmático como conceptual.

Al día de hoy no estamos en ruta para cumplir la mayoría de los objetivos y metas de la agenda. Tomemos como ejemplo el objetivo 15 (Vida de ecosistemas terrestres), uno de los que se revisan este año. La deforestación global está en una tendencia al alza. De manera escalofriante, en 2017 el mundo perdió un área de bosque equivalente al tamaño de Italia. Esto no solo afecta a la vida silvestre por la destrucción del hábitat, sino que es una tremenda contribución a las emisiones de carbono y al calentamiento global, afectando a todos los organismos vivos. Necesitamos abordar con urgencia la pérdida de naturaleza porque dependemos de un entorno natural saludable para apuntalar sociedades sostenibles y resilientes, y para alcanzar los ODS. Necesitamos un planeta sano. La naturaleza merece un trato mejor.

Todo está interconectado

Desde un punto de vista conceptual, la integración es un enfoque que reconoce que los ODS se construyen entre sí y no se pueden separar unos de otros. Es esencial para el éxito de la Agenda 2030 adoptar un enfoque integral al abordar temas complicados e interrelacionados para la sostenibilidad.

El ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres) se centra en la protección de los bosques y la vida silvestre. Pero los ecosistemas forestales también desempeñan un papel esencial para garantizar la disponibilidad y calidad del agua, el almacenamiento, el flujo y el filtrado, lo que contribuye al ODS 6 (Agua limpia y saneamiento), además de que regulan y protegen contra inundaciones y sequías. Estos servicios son proporcionados a las ciudades y asentamientos urbanos, lo que contribuye al ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles). La disponibilidad de espacios verdes seguros, incluyendo los bosques, está fuertemente reconocida como fundamental para mantener la salud de las poblaciones humanas, contribuyendo así al ODS 3 (salud y bienestar).

Uno de los principales generadores de la pérdida de naturaleza y biodiversidad es la agricultura. Por lo tanto, la gestión sostenible de nuestros bosques está vinculada a mejorar la forma en que cultivamos y producimos alimentos (ODS 2-Hambre cero y ODS 12-Producción y consumo responsables). El cambio climático es reconocido como la mayor amenaza para el desarrollo, especialmente para los más pobres y los más vulnerables. Restaurar y proteger los bosques permite que se absorba más dióxido de carbono de la atmósfera, y los ecosistemas de bosques saludables actúan como amortiguadores contra los peligros y desastres relacionados con el clima. Ambos contribuyen al ODS 13 (Acción por el clima).

Estamos bajo la gran presión de alimentar a una creciente población, limitar los aumentos de temperatura y detener y revertir la pérdida de la naturaleza. Estas tres demandas compiten entre sí, pero no pueden abordarse de manera aislada: los esfuerzos para arreglar un área pueden crear problemas en otra (por ejemplo, convertir bosques en tierras de cultivo para satisfacer los aumentos de corto plazo en la producción de alimentos). Las concesiones son inevitables, pero con la integración y la coordinación es posible una dieta saludable, el clima y el planeta.

Qué necesitamos en el Foro Político de Alto Nivel 2018

Cada año, un grupo de países informa sobre sus Revisiones Nacionales Voluntarias (RNV). A la fecha, el informe sobre los ODS relacionados con el medio ambiente ha sido débil. Los países informan mejor sobre los ODS socioeconómicos (por ejemplo: trabajo decente y crecimiento económico, salud, educación, igualdad de género, infraestructura). En contraste, la presentación de informes sobre los ODS ambientales (producción y consumo responsables, acción por el clima, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres) ha sido particularmente débil.

Debemos instar a los países, a la sociedad civil y al sector privado a reconocer la necesidad de un mejor trato a todo el planeta; un acuerdo global para la naturaleza y la gente para elevar el nivel de ambición y esfuerzo para implementar los ODS de una manera verdaderamente integral. Lo que significa acelerar el ritmo de los ODS ambientales.

Necesitamos actuar ahora para enfrentar la pérdida de la naturaleza.

El tiempo es esencial y la ciencia es contundente: la naturaleza está disminuyendo a tasas peligrosas. El Informe Planeta Vivo de WWF proyecta que para 2020 podríamos perder dos tercios de las poblaciones mundiales de vida silvestre. Los científicos han descrito esto como la sexta gran crisis de extinción. La pérdida de la naturaleza presenta riesgos para la salud humana, el bienestar económico y la seguridad mundial; incluso una mayor migración de personas debido a la escasez de alimentos y agua. A menos que tomemos medidas urgentes para cambiar el curso de las tendencias actuales, el éxito general de la Agenda 2030 está en peligro.

No será fácil, pero debemos trabajar juntos para lograr la inercia necesaria para una transformación hacia sociedades sostenibles y resilientes.



Autor: Lin Li / WWFPor Lin Li
Directora de Política e Incidencia




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Tópicos: desarrollo sustentable
Los humedales son los ecosistemas más productivos.
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© Eric Madeja / WWF Malasia

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