Convención sobre el Comercio Internacional de Especies y Flora y Fauna Silvestres

Posted on septiembre, 30 2004

  • El napoleón y el ramin, un pez de arrecife y un árbol asiático, pueden no sonar como algunas de las especies más populares, pero de hecho están entre las más demandadas internacionalmente. De acuerdo con WWF, este pez y la madera del ramin son tan solicitados que han alcanzado la categoría de máximo riesgo a causa del comercio internacional no regulado.
30 de septiembre, 2004. Cd. de México.- El napoleón (Cheilinus undulatus) y el ramin (Gonystylus spp.), un pez de arrecife y un árbol asiático, pueden no sonar como algunas de las especies más populares, pero de hecho están entre las más demandadas internacionalmente. De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), este pez y la madera del ramin son tan solicitados que han alcanzado la categoría de máximo riesgo a causa del comercio internacional no regulado.

Es por ello que forman parte de la lista de especies prioritarias para WWF en la 13 Conferencia de los Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies y Flora y Fauna Silvestres (CITES por sus siglas en inglés), que se llevará a cabo del 2 al 14 de octubre en Bangkok, Tailandia. Ahí, delegados de 166 naciones analizarán 48 especies y grupos de especies involucrados en el comercio internacional, incluyendo peces, mamíferos, reptiles y plantas, para proponer enmiendas o recategorizaciones en los apéndices de CITES, cambios que necesitan ser aprobados con las dos terceras partes de los votos de los países signatarios.

CITES entró en vigor en 1975 y es posiblemente el acuerdo más efectivo de conservación de la fauna y flora silvestres a nivel global; ha logrado, entre otos aspectos, la prohibición y/o regulación muy estricta del comercio internacional de cuernos de rinoceronte y de colmillos de marfil de los elefantes. México es signatario desde 1991 y tiene una presencia creciente en este foro que se lleva a cabo cada dos o tres años.

Junto con la destrucción de su hábitat, el comercio de especies de plantas y animales representa una de las mayores amenazas a la biodiversidad del planeta. El comercio de vida silvestre es un gran negocio, con ganancias anuales de billones de dólares. Plantas y animales extraídos de su medio natural son vendidos legal e ilegalmente como alimento o mascotas, o son utilizados para elaborar medicinas, ropa, recuerdos, hechizos y esculturas.

“Aunque las economías de muchos países en desarrollo dependen del turismo, la caza y el comercio legales de animales y plantas, el valor de los especímenes comercializados es un incentivo para el comercio ilegal”, dijo Adrián Reuter, representante para México de TRAFFIC, un organismo que colabora con la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) y WWF como un programa enfocado en el análisis del comercio tanto legal como ilegal de plantas y animales silvestres y contribuye a la implementación de CITES.

Tanto TRAFFIC como WWF participarán en el encuentro proporcionando información técnica y científica a los países parte de la CITES, para la recategorización de algunas especies amenazadas y la interpretación de de algunas medidas de conservación. WWF centrará sus esfuerzos en las 10 especies que considera más buscadas, vendidas o afectadas en los mercados globales.

Por ejemplo, se estima que el napoleón (Cheilinus undulatus), un pez de arrecife de gran tamaño que habita en las aguas costeras del Indopacífico y es consumido como un platillo de alta cocina en restaurantes de Asia oriental, deberá ser incluido en el Apéndice II, que regula el comercio internacional de especies que pueden estar en peligro de extinción sin una reglamentación comercial. Un kilo de napoleón, un pez raro y vulnerable a la sobreexplotación, llega a costar más de 100 dólares americanos. “La práctica común de emplear cianuro para aturdir y capturar a estos peces provoca además la destrucción de los corales”, manifestó Calrus Chu, Oficial Asistente de Conservación de WWF Hong-Kong.

Otras especies propuestas para ingresar al Apéndice II son el ramin (Gonystylus spp.), un árbol tropical de madera dura, originario del sudeste Asiático y el Pacífico que se utiliza en la fabricación de marcos, molduras y puertas y cuyas poblaciones y hábitat han disminuido debido a la tala y el comercio ilícito; la tortuga del río Fly (Carettochelys insculpta), encontrada sólo en aguas dulces de Papua Nueva Guinea y que aún con su protuberante trompa es una popular mascota; y los geckos de cola plana (Uroplatus spp.) lagartos cada vez más comercializados mundialmente como mascotas.

WWF y TRAFFIC sugieren asimismo incluir en el Apéndice I, el cual prohíbe el comercio internacional de especies en peligro de extinción, al delfín del Irrawaddy (Orcaella brevirostris), del noroeste de Australia y sur de Asia, amenazado por el uso de redes de enmalle, la pesca con dinamita y su captura para delfinarios. La cacatúa sulfúrea (Cacatúa sulphurea), con poblaciones silvestres disminuidas en más de un 80% desde 1960 a pesar de estar incluida en el Apéndice II, podría también pasar al Apéndice I.

Otras especies consideradas prioritarias son el tigre (Pantera tigris), cuyo número se redujo durante el siglo pasado en un 95% estimándose que existen menos de 5,000 tigres en estado silvestre por la caza y el comercio de sus huesos para elaborar medicinas tradicionales chinas; el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), el tiburón predador de mayor tamaño, cuyos dientes y mandíbulas alcanzan un gran valor como recuerdos; y los tejos asiáticos (Taxus chinensis, T. cuspidata, T. fuana y T. sumatrana), árboles amenazados a causa de la recolección no sostenible de su corteza y agujas para la producción de fármacos contra el cáncer.

El caso de los elefantes Asiáticos (Elephas maximus) es singular, pues a pesar de que el comercio de marfil está prohibido, la caza furtiva de elefantes para obtener su carne y colmillos sigue siendo un serio problema en diversos países. La incautación de marfil ilegal se ha incrementado desde 1995, encabezada por la alta demanda de China, por lo que sólo existen entre 35,000 y 50,000 elefantes asiáticos en su hábitat natural. WWF y TRAFFIC consideran que antes de aprobar una cuota de exportación anual de marfil, como se ha propuesto, se requiere lograr una regulación efectiva en los mercados domésticos.

“Debido a que el comercio de plantas y animales cruza fronteras y continentes”, indicó Reuter, “la cooperación internacional en foros como el de la CITES resulta crucial para asegurar la sustentabilidad del comercio y asegurar que éste no amenace la vida silvestre”.

Nota para los editores:
  • El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) es una de las organizaciones independientes de conservación más grandes y con mayor experiencia en el mundo. Actualmente cuenta con una red mundial que trabaja en más de 100 países.
  • Las especies de CITES se enlistan en tres apéndices de acuerdo a su grado de amenaza:
  1. Apéndice I Prohíbe el comercio internacional de especies en peligro de extinción.
  2. Apéndice II Regula el comercio internacional de especies que pueden estar en peligro de extinción sin una reglamentación comercial. Se permite el comercio bajo la condición de que los especímenes sean obtenidos legalmente y que su venta no vaya en detrimento de las poblaciones silvestres.
  3. Apéndice III Enlista a especies que están protegidas en al menos un país, cuando ese país ha pedido a tros partidos de CITES asistencia para controlar el comercio de la especie.
Para más información, favor de contactar:

Jatziri Pérez
Coordinadora de Comunicación WWF
Tel: +52(55) 52 86 56 31 Ext. 223
jperez@wwfmex.org
El napoleón, un pez de arrecife de gran tamaño que habita en las aguas costeras del Indopacífico y es consumido como un platillo de alta cocina, deberá ser incluido en el Apéndice II, que regula el comercio internacional de especies que pueden estar en peligro de extinción sin una reglamentación comercial.
El napoleón, un pez de arrecife de gran tamaño que habita en las aguas costeras del Indopacífico y es consumido como un platillo de alta cocina, deberá ser incluido en el Apéndice II, que regula el comercio internacional de especies que pueden estar en peligro de extinción sin una reglamentación comercial.
© WWF / Cindy Cheng