La vaquita es el mamífero marino en mayor peligro de extinción del mundo. Sólo habita en el Alto Golfo de California, México.
Es un cetáceo tímido y pequeño. No se acerca a las embarcaciones y al salir a la superficie para respirar lo hace con rapidez, por lo que es muy difícil observarlo en su hábitat. Se calcula que pueden vivir hasta 22 años.
En diciembre de 2017, el reporte de la décima reunión del Comite Internacional Para la Recuperacion de la Vaquita (CIRVA) estimó una población de 30 individuos. Desde finales de 2018, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) advierte que solo sobreviven 18 vaquitas.
Su principal amenaza es la pesca incidental, pues la vaquita queda atrapada en las redes de enmalle y se ahoga. La mayoría de estas redes son usadas de manera ilegal para capturar totoaba, un pez cuya vejiga natatoria -conocida como “buche”- está considerada un manjar muy preciado en Asia. Las vejigas son traficadas de México a China, la mayor parte a través de Estados Unidos.
La vaquita podría ser el segundo cetáceo en desaparecer debido a las actividades humanas, tras la extinción del baiji o delfín del Río Yangtsé de China.
La vaquita es el único cetáceo endémico de México. Su hábitat está restringido a la porción norte del Golfo de California, cerca de la desembocadura del río Colorado. La mayor parte de los avistamientos ocurren entre las rocas Consag y la costa de San Felipe. Los reportes de observación de vaquita han sido en aguas poco profundas, de no más de 37 metros.
En México, la vaquita esta considerada una especie en Peligro de Extinción en la NOM-059-SEMARNAT.
La vaquita se encuentra dentro de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Está catalogada como en Peligro Crítico.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) incluyó a la vaquita en su Apéndice I. Este documento enlista a las especies sobre las que se cierne el mayor grado de peligro de extinción y cuyo comercio internacional está prohibido.
Desde que la vaquita fue descrita por primera vez en 1958 su población ya era reducida. Según estimaciones, en la década de 1940 la población de vaquitas era de 5,000 individuos. En 1997 se realizó la primera estimación de la población, que consideró todo el rango de distribución de la especie, encontrando 567 individuos.
En 2008, un nuevo estudio determinó una abundancia de 256. Lo anterior implicó una reducción de la población de 311 individuos (54% de la población) en 11 años y una pérdida promedio de 28 vaquitas al año.
Desde 2011, la población de vaquita ha descendido 90% debido a la pesca con redes de enmalle en las que esta marsopa queda atrapada de manera incidental y se ahoga.
En 2017, durante la décima reunión del Comite Internacional Para la Recuperacion de la Vaquita (CIRVA), los especialistas estimaron que la población de la especie ascendía a únicamente 30 individuos.
La mayor amenaza para la vaquita es la muerte incidental durante la actividad pesquera.
Diversos estudios, basados en más de 100 necropsias, han identificado a las redes de enmalle como la principal amenaza contra la especie. La mayoría de estas redes son usadas de manera ilegal para capturar totoaba, un pez cuya vejiga natatoria (conocida como “buche”) está considerada un manjar muy preciado en Asia. Las vejigas son traficadas de México a China, la mayor parte a través de Estados Unidos.
En junio de 2017, tras las recomendaciones púbicas de WWF y otras organizaciones, el Gobierno de México prohibió de manera permanente el uso de redes de enmalle. Sin embargo, el cumplimiento de la disposición continúa siendo un desafío, al igual que el retiro de redes abandonadas que han quedado en el agua.
La pesca no sustentable es una de las mayores amenazas para el Alto Golfo de California y está afectando la capacidad del ecosistema para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales y futuras. Estimaciones sugieren que el 85% de las pesquerías del Golfo de California están sobreexplotadas o en el máximo de su producción.
Durante muchos años el uso de caña y línea mantuvo pesquerías sanas y ecosistemas naturales funcionales. No obstante, una vez que los recursos pesqueros empezaron a disminuir a principios de la década de 1990, y la demanda se incrementó debido al crecimiento de la población, los pescadores adoptaron nuevas artes de pesca que incluyeron redes de enmalle, las cuales les permitieron incrementar el promedio de sus capturas.
Las redes de enmalle son paredes de malla que atrapan a los peces por su branquias cuando intentan atravesarlas. El empleo de esta técnica ha causado una reducción significativa en las poblaciones de peces ecológica y económicamente importantes y la pérdida de los individuos de mayor talla.
Existen más de 500 estudios científicos que prueban la captura incidental de mamíferos marinos en redes de enmalle en 90 países. Esta situación afecta a 70 diferentes especies de ballenas, delfines y focas. La vaquita pertenece a un grupo denominado marsopas, de las que sólo quedan ocho especies.
En la primera década del siglo XXI se analizaron otras amenazas para la vaquita como la contaminación, inanición por daños ecológicos, depresión endogámica y depredación natural. En la cuarta sesión del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA IV) los científicos concluyeron que no existe evidencia suficiente para hacer recomendaciones específicas para atender dichas amenazas; y urgieron hacia la reconversión tecnológica para la sustitución de las redes en enmalle por artes que no afecten a la vaquita.
Nombre científico: Phocoena sinus.
La vaquita es en cetáceo, categoría que incluye a ballenas y delfines, y es el de menor tamaño que existe en el mundo.
La vaquita fue descrita por primera vez por Norris y McFarland en 1958 a partir de tres esqueletos encontrados cerca de San Felipe, Baja California, México.
Su nombre científico es Phocoena sinus. Phocoena por ser una marsopa y sinus, que en latín significa bahía, alude a que habita en el Golfo de California . Vaquita es el nombre que le dieron los pescadores locales de este mar ubicado entre dos cabos.
El origen evolutivo de la vaquita es incierto; pero la teoría más aceptada sugiere que evolucionó de la marsopa espinosa (Phocoena spinipinnis) que es el tipo de marsopa que habita en el cono sur. Esta evolución pudo tener lugar durante una migración hacia el norte en alguna de las glaciaciones del pleistoceno.
Comparada con otras marsopas, la vaquita tiene una aleta dorsal más grande y más falcada; las aletas pectorales son más grandes que en otros phocoenidos.
Su coloración es grisácea oscura en el dorso, aclarándose en los costados y en el abdomen. Una de sus características distintivas es el color negro-grisáceo de los labios y un círculo negro alrededor de los ojos; de ahí que se le compare con las marcas distintivas de un panda sonriente.
Las hembras superan en tamaño a los machos, miden hasta 1.5 metros y pesan hasta 55 kg. Sus aletas son grandes en proporción a su cuerpo, y la dorsal tiene forma de hoz.
El período de vida de la vaquita es de aproximadamente 22 años. La vaquita más longeva de la que se tiene registro en capturas incidentales es de 21 años.
No se sabe con exactitud el período de gestación; sin embargo los científicos están de acuerdo que existen características que sugieren que éste es similar al de la marsopa común (Phocoena phocoena); es decir, de 11 meses.
Se cree que alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 6 años de edad y tienen sólo una cría por parto; el período de lactancia es aproximadamente de 6 a 8 meses y el tiempo entre crías es de dos años.
La vaquita suele estar sola o en grupos pequeños; reportes de antes de 2010 indicaban agrupaciones de 1 a 3 individuos. A partir de la protección de la zona conocida como el refugio de la vaquita se han reportado grupos de hasta 9 marsopas.
La alimentación de la vaquita no es selectiva. Autopsias que han analizado su contenido estomacal encontraron 17 especies de peces y 2 especies de calamar, alimento que encuentra en aguas someras del Alto Golfo de California.
En la actualidad sólo existen seis especies de marsopas, por lo que la extinción de una sola especie implicaría la desaparición de gran parte de la riqueza genética de toda una familia taxonómica.
Es la marsopa menos conocida en el ámbito global. Las investigaciones realizadas sobre este mamífero marino son muy limitadas pero han demostrado que la vaquita hace fuertes contribuciones al ecosistema y puede ayudar a su recuperación gracias a que es depredador tope en su hábitat.
En nuestros días, las especies en todo el mundo están desapareciendo cien veces más rápido debido a las actividades humanas que tienen un impacto directo negativo en los animales. La misión de WWF es conservar la naturaleza y reducir las amenazas que ponen en riesgo la diversidad de la vida en la Tierra.
Salvar a la vaquita es una responsabilidad que tenemos para asegurar un planeta saludable donde los humanos puedan coexistir en armonía con la naturaleza.