Posted on febrero, 05 2007
Estas acciones hacen parte de la implementación de 'La estrategia de conservación de humedales altoandinos', construida con la participación de ocho países que cuentan con humedales de alta montaña (Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Venezuela y Costa Rica). Esta estrategia, apoyada por la convención Ramsar y WWF Colombia, promueve la conservación y el uso sostenible de los humedales altoandinos a través de un proceso de gestión regional de largo plazo entre los países involucrados, para mantener los bienes y servicios que ellos prestan y reducir los impactos y amenazas existentes.
'Mediante la designación de estos humedales como sitios Ramsar se facilita el establecimiento de programas de acción específicos para los humedales y las cuencas que alimentan, preservado así su valiosa biodiversidad, su función como reguladores del agua y como espacio de vida de muchas comunidades locales, campesinas y pueblos indígenas', explicó Luis Germán Naranjo, director de Conservación Ecorregional de WWF Colombia.
Los humedales altoandinos son considerados por la Convención de Ramsar como ecosistemas de gran fragilidad asociada a causas naturales como el cambio climático, las sequías prolongadas en la puna y a la intervención humana, como en los casos de la agricultura no sostenible, el pastoreo excesivo y la minería a cielo abierto. Muchos humedales de montaña se están perdiendo rápidamente, sobre todo por mal manejo y desconocimiento de su importancia económica y ecológica.
Los lagos, lagunas, pantanos y turberas de los altos Andes son ecosistemas de enorme importancia estratégica para más de 100 millones de personas. Su valor ecológico, económico, social y cultural es fundamental para el diseño y ejecución de políticas de desarrollo de los países en los que se encuentran.
En Colombia, el Comité Interinstitucional de Humedales de los Andes Centrales (compuesto por Parques Nacionales Naturales, la autoridad ambiental de Risaralda 'Carder', y las demás Corporaciones del eje cafetero, entre otras organizaciones, está liderando el proceso de designación de la laguna del Otún (PNN Nevados) como sitio Ramsar. El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial actualmente prepara la propuesta técnica que será entregada a la Secretaria Ramsar, e igualmente, está trabajando en el decreto por medio del cual se declarará la Laguna del Otún como sitio Ramsar.
Por su parte, El Ministerio de Ambiente de Perú entregó la propuesta técnica de designación a la Secretaría Ramsar; mientras que su homólogo de Ecuador prepara dicha información para entregar oficialmente con miras a la designación. Ambos países desarrollaron talleres de socialización con las comunidades locales.
'Los servicios que proporcionan los humedales altoandinos no son ilimitados y la degradación de estos ecosistemas acarrea la pérdida no sólo de fuentes esenciales de agua, sino de también de múltiples beneficios, incluyendo su potencial para la recreación y el ecoturismo', enfatizó Naranjo. 'Por ello, si se quiere continuar aprovechándolos, debemos conservarlos y su uso no debe rebasar los limites del umbral crítico, mas allá del cual su deterioro se hace irreversible'.
Notas para el editor- La Estrategia de Humedales Altoandinos, más que un documento, es un proceso que cataliza acciones y promueve la participación, la apropiación política y social, y la cooperación entre los diferentes actores interesados. De hecho, se espera que se sumen a ella cada vez más organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales.
- La laguna Llanganates en Ecuador tiene una extensión aproximada de 30.185 ha. Las Arreviatadas, en Perú cuenta con cerca de 1.250 ha; y en Colombia, se espera que la designación cubra un área de 6578 hectáreas en la laguna de Otún.
- Venezuela no ha definido aún los humedales a designar, pero hay cinco lugares preseleccionados para ser propuestos como humedales altoandinos de importancia internacional.
- Uno de los principales servicios que ofrecen los humedales altoandinos es la provisión de agua, no solamente para el abastecimiento de las comunidades humanas residentes en sus alrededores, sino también para el riego de suelos agrícolas, la generación hidroeléctrica y el consumo humano aguas abajo. Además del suministro de agua, los humedales proveen fibras vegetales, alimentos y recursos genéticos, almacenan y regulan caudales, capturan carbono y representan un invaluable patrimonio cultural por su significado espiritual y religioso. Los ecosistemas altoandinos son importantes espacios de vida y de riqueza cultural, fecundos en simbolismos, mitologías y valores espirituales para numerosas comunidades indígenas y campesinas. Tales valores históricos y tradicionales, muchos de ellos directamente vinculados
a los humedales, forman parte de la herencia cultural andina y deben ser tenidos en cuenta en el manejo del espacio natural.
Para mayor información
Maria Ximena Galeano, Medios: mxgaleano@wwf.org.co