Posted on diciembre, 13 2015
PARÍS, Francia.– En un momento histórico,196 gobiernos llegaron a un Acuerdo global en París, que sienta las bases de los esfuerzos a largo plazo para enfrentar el cambio climático. No obstante, es necesario actuar rápido y decididamente para asegurar el camino hacia un futuro en el que la temperatura global no aumente más de 1.5 °C. El Acuerdo debe fortalecerse y complementarse con acciones en el corto plazo, si queremos (i) alcanzar la meta de que la temperatura no aumente más de 2 °C o 1.5 °C, y (ii) incrementar significativamente el financiamiento para la adaptación, las perdidas y daños, y una mayor reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Las negociaciones de París también fueron el escenario de anuncios y compromisos por parte de gobiernos, ciudades y empresas, que indican que el mundo está listo para una transición energética con base en energías limpias.
Mientras que el Acuerdo de París entra en vigor, en 2020, las evidencias científicas dejan claro que para alcanzar la meta global que limite el calentamiento a 1.5 °C o que no exceda los 2 °C, las emisiones deben alcanzar su máximo antes de 2020 y después reducirse de manera drástica. Los actuales compromisos de los gobiernos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero solo representan la mitad de lo que el planeta necesita para evitar los peores impactos del cambio climático: lo que deja una brecha de 12 a 16 gigatoneladas de estos gases.
Tasneem Essop, jefa de la delegación de WWF en las negociaciones sobre el cambio climático de las Naciones Unidas, dijo que “el Acuerdo de París es un hito para el mundo. Hemos logrado un avance, pero aún falta mucho por hacer. De regreso a nuestros países, tenemos que asegurar que se tomen acciones más rápidas en los esfuerzos de cooperación de gobiernos, ciudades, empresas y ciudadanos para reducir las emisiones mucho más, proporcionar los recursos para la transición energética en las economías en desarrollo, y proteger a los más pobres y más vulnerables”.
Yolanda Kakabadse, presidenta de WWF Internacional, agregó que “las negociaciones climáticas en París hicieron más que producir un Acuerdo. Este momento ha impulsado a la comunidad global hacia una acción colaborativa de gran escala para hacerle frente al cambio climático. Más de 1000 ciudades se comprometieron con 100% de energía renovable; tomó forma un ambicioso plan por parte de África para desarrollar fuentes de energía renovables al 2020; y se lanzó la Alianza Solar Internacional por parte de India, que incluye a más de 100 países para abordar los temas de acceso a la energía y el cambio climático".
El Acuerdo de París debe ser justo, ambicioso y transformacional. Los resultados en áreas clave incluyen:
- Crear un plan para cerrar la brecha en las emisiones de gases de efecto invernadero, incluyendo el financiamiento para acelerar las acciones de mitigación antes y después de 2020
- Ciclos de revisión cada 5 años, balances periódicos para acciones de reducción de emisiones, el financiamiento y la adaptación. Sin embargo, la ambición y la urgencia de la acción climática no es lo suficientemente fuerte, y dependerá, en esencia, de las acciones de los gobiernos para tomar medidas rápidas y ambiciosas. Otros actores, incluyendo las ciudades, el sector privado y los ciudadanos, deben continuar sus acciones y presionar a los gobiernos para hacer mucho más.
- Apoyar a los países más vulnerables para limitar los impactos del cambio climático y hacer frente a los inevitables daños que ocasionará.
- Un objetivo global para la adaptación al cambio climático, así como un reconocimiento por separado y explícito del crucial tema de pérdidas y daños, logros importantes. Pero no es suficiente para asegurar el apoyo necesario para la protección de los más pobres y vulnerables.
- Establecer una meta al 2050 con el objetivo de abandonar los combustibles fósiles y migrar hacia la energía renovable y al uso sostenible del suelo.
- Al incluir una meta de temperatura de largo plazo que esté muy por debajo de los 2 °C de calentamiento, con una referencia a una meta de 1.5 °C, se está enviando una fuerte señal de que los gobiernos se comprometen a aceptar lo que dice la ciencia. El reconocimiento de la brecha de emisiones y la inclusión de un objetivo cuantificado de gigatoneladas al 2030, debe servir como base para la revisión de los compromisos nacionales antes de 2020.
El papel de México
Durante la COP21, México ratificó muchos de sus compromisos, incluyendo la mitigación de sus emisiones de gases de efecto invernadero frente a un escenario base en 22% de manera no condicionada (con recursos propios) y 36% de manera condicionada (con base en un acuerdo internacional ambicioso y recursos adicionales) o la meta de una tasa de deforestación cero en 2030.
También anunció nuevos compromisos, incluyendo el incremento de 43% en la meta de generación de energía eléctrica a partir de energías limpias para el 2030, y la participación del país en la “Misión Innovación”, una iniciativa que busca incentivar la transición energética con inversión en tecnologías limpias en los países en desarrollo. Como resultado del Acuerdo, México debe revisar todos estos compromisos antes de 2020 para aumentar su nivel de su ambición.
Omar Vidal, Director General de WWF en México, quien participó en la COP21 en París, señaló que “es indispensable que el país se enfoque inmediatamente en instrumentar las políticas necesarias para alcanzar la meta más ambiciosa, de 36%, encaminada a lograr la mitad de emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 con referencia al año 2000, como lo mandata la Ley General de Cambio Climático”. Enfatizó que "El Acuerdo indica que estamos iniciando una transición energética y estoy seguro de que vamos a ver el final de los combustibles fósiles durante lo que me queda de vida. Por los humanos y nuestro planeta".
Nuestro país , agregó, es muy vulnerable al cambio climático, por lo que el tema de la adaptación debe ser de máxima prioridad. Es por eso, que la protección de nuestros ecosistemas, en particular de los bosques, debe ocupar un lugar prioritario en esta y las próximas administraciones federales".
En este sentido José María Valenzuela, coordinador de Política Energética de WWF México, dijo que “teniendo como guía la Ley de Transición Energética, finalmente aprobada en el Congreso, podemos enfocar nuestro esfuerzo en incrementar el uso de energías renovables, recordando que las metas legales para la participación de energía limpia son los valores mínimos, y que se necesitará aun más energías renovables para que México pueda contribuir con el esfuerzo global de mitigación en el corto plazo”.
Para mayor información contactar a:
José María Valenzuela, Coordinador de Política Energética WWF México. Tel. +52 (55) 5286 5631 Ext. 221, jvalenzuela@wwfmex.org
Valeria Cruz, Comunicación WWF México. Tel. +52 (55) 5286 5631 Ext. 243, valeria.cruz.blancas@gmail.com
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